Neil Armstrong landing the lunar surface, july 1969
Con éstas palabras llegó el hombre a la luna hace más de 40 años.
Tan importante fue el evento que jamás se ha vuelto. Para unos, otro engaño del
sueño Americano, para otros (entre los que me incluyo) la capacidad del hombre de
llegar hasta los rincones mas inhóspitos del planeta.
La excusa perfecta para empezar mi blog; Hacia la conquista de mi luna particular!
Los momentos previos a un gran acontecimiento siempre me han parecido dignos
de ser disfrutados.
Personalmente siempre he sentido una enorme sensación, mezcla entre nerviosismo,
felicidad, ansiedad y (por que no decirlo) un poquito de miedo. Miedo a que todo
pase demasiado rápido, miedo al fracaso…quien sabe.
Sea como sea durante la vida nos suceden numerosos momentos de enorme
satisfacción, algunos pasan sin pena ni gloria y otros nos llenan el espíritu.
En mi caso arriesgarme y dar un giro de 180 grados a mi vida está siendo toda una
experiencia que seguro disfrutaré de principio a fin. No ha sido una decisión fácil.
Llevo dándole vueltas a mi cabeza desde hace meses, pero llegó la hora de afrontar
la realidad. Las expectativas son enormes, quizá demasiadas, pero no creo que me
vengan nada mal. Una fuente más de inyección que seguro no pasará en vano.
Las condiciones personales son las adecuadas, me siento lleno de energía, con la
sensación del trabajo bien hecho hasta el momento. Con una mística interior que me
empuja a buscar nuevas sensaciones y vivencias.
Todo echo, todo por hacer. La misma mística que me invita al riesgo me dice
también que es un buen momento para echar un vistazo al pasado. Sin dramatismos,
con una visión amplia y serena del camino echo hasta el momento. Siempre he
creído que para hacer una mirada amplia al camino hecho hay que coger distancia
y comprobarlo desde otra prespectiva. Con sus buenos y malos momentos, pero
con la firme certeza que el mejor está por llegar.
Ahora…por lo que mas quieras..don’t look back…!