Thursday, November 4, 2010

London…early footage.







Debo reconocer que siempre he tenido una enorme atracción por los
aeropuertos. Pues si, ya sé que los que me conocéis vais a flipar un poquito.
Mi pánico con los aviones es mundialmente conocido. Pero hay que viajar
volar y ver el mundo que nos rodea. Sito de paso diario de miles de personas.
Aquí la gente tiene la cara distinta al resto de la humanidad. O como mínimo a
mí siempre me lo ha parecido. Estoy seguro que hay más de uno que tiene más
miedo que yo y esto me conforta. Algunos tienen cara de estrés, otros con falta
de horas de sueño, familias, particulares, paseantes de ocasión o sólo de paso.
El aeropuerto es un sitio interesante, cosmopolita al cien por cien, lleno de vida
las 24 horas del día. Aunque lo estoy contando muy felizmente, la sensación que
tengo ahí arriba es distinta. El vuelo en si es de lo mas relajado que he tenido
jamás. Incluso puedo permitirme el lujo de darme unos cabezazos. Y mi llegada
en tierras británicas es de lo mas discreta. Justo como lo tenia planeado.
Siempre me ha costado el otoño. El recuerdo del verano es aún muy reciente, los
baños en el mar, el sol tostando mi piel, los días largos… El otoño es una
temporada de cambios de final y principio de etapa. En este caso, el cambio de
etapa y clima es más que evidente. Extrañamente me he adaptado a las mil
maravillas a mi nueva situación climática. Reconozco que la fuerza de la mente
es sobrenatural. Aunque este tiempo no es el mío por principios básicos, en este
momento mi misión aquí pasa por encima de cualquier cosa. Paso los primeros
días alojado en un hostel cerca de Regent’s Park. Un sitio precioso que se
merece un capítulo aparte, probably would be the next chapter. En una buena
zona residencial del London mas tranquilo alejado del ritmo frenético de pocos
metros mas al sur. A pesar del frío, mis primeras horas en tierras británicas son
agradablemente soleadas.  La primera cosa que me llama la atención es el
underground, repleto de gente andando de arriba abajo. Empujones para entrar
primero, en horas punta es imposible. Pero las estaciones tienen mucho encanto.
Cada una de ellas tiene una decoración distinta. Alguna muy alegre, otras más
bien mediocres pero incluso estos detalles dan mucha vida al pasajero.
A destacar la de Piccadily Circus, como más pintoresca. Y los metros en si se
dividen en dos grupos. Los que cruzan el río (claustrofóbicos en forma de tubo) 
y los que no, con mas parecido a los que recordamos. De echo paso mis
primeras horas en London viajando de arriba abajo, de punta a punta de esta
ciudad enorme. La otra cosa que me sorprende, aunque mundialmente conocida,
es la hora del té para unos y la hora de las pintas para otros. Alrededor de las
cinco de la tarde la gente, los más afortunados, salen de trabajar. Los más
 “polite”, llenan los salones de té comentando las subidas y bajadas de sus
acciones en bolsa, o en que lugar del globo terráqueo  pasarán las vacaciones
de Navidad. El té es otro detalle para analizar detenidamente. Las variedades
de té son impresionantes, pero me quedo con el English tea único e irrepetible.
Y en los típicos pubs ingleses se reúne toda clase de personal. Jóvenes por
supuesto, pero también gente de edad avanzada dispuesta a darle una alegría
al cuerpo y llegar a casa bien…contentillo..! Aunque hace frío la gente toma las
pintas en la calle con poca ropa, puesto que los locales físicos están repletos de
gente hasta las paredes. Discretamente me tomo una y observo el espectáculo
del que se deleitan mis ojos. Los decibelios son escandalosamente altos, los
gritos de la gente impresionantes y las cervezas corren de mano en mano como
pequeños juguetes inofensivos. El local, típico inglés cerca de Covent Garden,
lleno de moqueta por todas partes, con sus sofás de piel llenos de gente sentada
de manera desordenada y la barra llena de manos pidiendo another one mientras
el camarero estresado intenta adivinar que tipo de cerveza ha pedido cada uno.
Me siento a gusto en el local, aunque soy mas amante de la calma y el poco
ruido, me parece genuino e interesante.

These were my first days in London. For further details I would request you
to follow my…letter from london…update




1 comment:

Aierim said...

Tenir un fill, plantar un arbre i escriure un llibre, això és el que diuen que s'ha de fer en aquesta vida per ser recordat no?.

Bueno, lo de tenir un fill, pot ser que en un futur ho posis en pràctica (de moment suposo que t'estàs entrenant per fabricar-lo).

Lo de plantar un arbre, suposo que algun cop, amb el cole, l'hauràs plantat. I sinó no pateixis, que és molt fàcil, tot i que no té cap benefici a curt plaç.

I després de llegir les teves London Letter, crec que et podries proposar escriure un llibre. M'encanta com escrius ... i m'encantaria llegir un llibre escrit per tu.
Ànimus!

Patunets de xiuculata!!